52 – Lou Reed, New York por vena

Lou Reed - Rock ´N´ Roll Animal - Front

Lou ReedRock And Roll Animal. RCA, 1974

«Lou Reed no sólo escribe sobre personajes miserables, si no que les permite respirar con voz propia (…) Eso lo convierte, en mi opinión, en uno de los pocos héroes auténticos que ha creado el rock & roll »
Mikal Gilmore, Rolling Stone

En el purgatorio de la Divina Comedia, el florentino Alighieri y el poeta Virgilio recorren los siete círculos que les llevan al paraíso. El viaje se divide en siete estaciones, en las cuales se expían los siete pecados capitales: soberbia, envidia, ira, pereza, avaricia, gula, lujuria. Cuando en Octubre de 2013 murió Lou y supimos, poco después por la carta que escribió su compañera Laurie Anderson, que se había ido practicando meditación en el jardín de su casa en Long Island -«murió mientras miraba a los árboles y hacía las 21 formas famosas de Tai Chi con sus manos de músico moviéndose a través del aire»- me vino a la cabeza este pasaje de la obra de Dante; de como Reed había pasado por todos estos recovecos vitales para al final llegar y morir tranquilo en su paraíso. Ahora es cuando los exegetas, expertos en el texto del transalpino, argumentan que mi metáfora esta pillada por los pelos, y que no se entiende a que viene la comparación. Añaden que en el el Purgatorio de Dante los pecados hay que tomarlos de forma mas psicológica que en el Infierno, que se basa en motivos, en lugar de acciones, y que.. ¿a qué quiero referirme?: ¿a que Lou cometió todos estos pecados? ¿a que solo deseo cometerlos?. Pues no se que decir ante tal despliegue de erudición. Lo que yo me pregunto es: ¿que es el pecado? ¿tendríamos arte sin pecadores?.

«Si no hubiera hecho nada más que lo que hizo con The Velvet Underground ya tendría un lugar asegurado en el panteón del rock’n’roll; esas canciones extraordinarias todavía sirven para articular la pesadilla de hombres y mujeres atrapados por la belleza y el terror de la violencia sexual, de la calle, y de la paranoia de las drogas, pesadilla de la que no quieren o no pueden salirse. El mensaje es que la vida urbana es muy dura y te matará. Reed, el poeta de la destrucción, lo sabe, pero nunca mira hacia otro lado, y de alguna manera encuentra tanto la santidad como la perversidad en esos pecadores(..)»
Rolling Stone

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Reed nació en Brooklyn en Marzo de 1942, y se crió en Freeport, Long Island. Fue inscrito en el registro como Lewis Allan Reed, hijo del contable Sidney Joseph Reed y su mujer Toby Futterman. Su familia era judía, y aunque sin ser practicante siempre dijo que esa era su tradición, tenia claro que «mi Dios es el rock’n’roll, un poder oscuro que puede cambiar tu vida. La parte más importante de mi religión es tocar la guitarra «. Instrumento que aprendió a tocar escuchando la radio y que, pese a no dominarlo jamas como un virtuoso, le acompaño durante toda su vida. De muy jovencito se intereso por el la música, y en el instituto tocó en varias bandas juveniles. Era un joven muy sensible y especial, con una sexualidad confusa y poco definida, lo que llevo a sus padres a buscar tratamientos para ‘curarle’ su atracción por las personas de su propio sexo. A finales de los cincuenta la psiquiatría pretendia curar la ‘anormalidad’ con electroshocks, y Lou fue sometido a terapia electroconvulsiva. En una entrevista, años más tarde, Reed relataba como fue esa ‘tortura’: «Me introdujeron una cosa en la boca para que no me tragara la lengua, y me pusieron electrodos en la cabeza. Eso es lo que se recomienda en el Hospital Estatal Rockland para desalentar sentimientos homosexuales. El efecto es que se pierde la memoria y te conviertes en un vegetal. No puedes ni leer un libro, porque cuando llegas a la pagina diecisiete tienes que volver al principio de nuevo». Reed comenzó a asistir a la Universidad de Syracuse en 1960 para estudiar periodismo, cine, escritura creativa, y sobre todo poesía con Delmore Swartz, a quien Reed dedicaría una canción en el primer álbum de The Velvet Underground. Más adelante diría que sus metas como escritor eran » traer la sensibilidad de la novela a la música rock » o escribir ‘la gran novela americana’ en uno de sus álbumes. Fue un excelente estudiante que acabaría graduándose con sobresaliente, pero al tiempo era un joven torturado, problemático y conflictivo. Lo expulsaron del programa ROTC -una especie de milicia estudiantil amparada por el ejercito en la que se preparan jóvenes universitarios- por apuntar a la cabeza de un superior con un arma descargada.

En 1961 comenzó a presentar un programa de radio nocturno en una emisora de Syracuse llamado Excursions On A Wobbly Rail, titulo de un tema del pianista de free jazz Cecil Taylor, en el que pinchaba desde doo woop a r’n’b, y sobre todo free jazz, que por entonces era lo que más le atraía: Cecil Taylor, por supuesto, pero también Ornette Coleman, Eric Dolphy o Don Cherry. Con veintidós años decidió que había llegado el momento de recorrer los cuatrocientos kilómetros que separaban Syracuse de la gran New York, se lió la manta a la cabeza y se estableció definitivamente en la ciudad que nunca duerme, lo que para él paso a ser casi una definición textual de como sería su vida a partir de ese momento. Nada más llegar se puso a trabajar para Pickwick Records como compositor de plantilla, y en 1964 se anotó un éxito menor con el single The Ostrich, una parodia de las canciones de baile populares de la época. La gente de Pickwick vio que el tema tenia potencial comercial y decidieron montar una banda ad hoc para promocionar la canción. El grupo se llamo The Primitives, y curiosamente un evento tan poco ‘underground’ como este propició que Reed conociera al gales John Cale, que se había trasladado recientemente a New York para estudiar música clásica y fue contratado por el sello para formar parte de los primitivos. Cale se quedó impresionado con algunos de los temas que Lou ya tenía escritos, incluida Heroin, y su asociación comenzó a evolucionar.

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Reed y Cale vivían juntos en el Lower East Side, estaban en un momento en el que compartían una gran complicidad,  y decidieron montarse una banda. Para ello buscaron a Sterling Morrison, a quien Reed había conocido en la universidad y con quien ya había tocado, y a Angus McLise, vecino de John y Lou. Formaron así The Warlocks, que luego se llamarían The Falling Spikes. Llegaron a grabar una cinta donde ya se encontraban temas que serían fundamentales en la carrera de Lou como Venus in Furs o Heroin. El nombre definitivo de la banda surgió del título de un libro sobre sadomasoquismo escrito por Michael Leigh y titulado The Velvet Underground que Jim Tucker, amigo de Reed y Morrison y hermano de Maureen Tucker -que luego pasaría a ser la baterista de la banda-, encontró tirado en la calle. El grupo pronto llamó la atención del artista Andy Warhol, pasando a formar parte de su Factory. Reed rara vez concedió una entrevista sin rendir homenaje a Warhol como uno de sus mentores, pero el conflicto surgió cuando Warhol tuvo la idea de que el grupo tuviera una cantante, la ex modelo y cantante alemana Nico. A pesar de su resistencia inicial, Reed escribió varias canciones para que Nico las cantara, y en 1967 se publico The Velvet Underground and Nico, considerado como uno de los álbumes de rock más influyentes jamás grabados
En el 68 vendría White Light / White Heat. Nico ya les había dejado y Warhol había sido despedido. Luego se marcharía John Cale, y el grupo lanzaría dos álbumes más hasta que Reed dejó The Velvet Underground en Agosto de 1970. En el 69 The Velvet Underground, y Loaded en el 70 -disco que incluía dos de los mayores éxitos de Reed, Rock and Roll y Sweet Jane-.

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Tras dejar la Velvet se desconectó durante mas de un año de la música. Volvió a su casa y trabajo en la empresa de su padre, hasta que decidió mudarse a Inglaterra y comenzar una carrera en solitario en 1972. Su nuevo debut fue con un álbum homónimo potente pero que no tuvo apenas repercusión. Luego vendría Transformer, producido por David Bowie y Mick Ronson, que significó su entrada en el mundo brillante del glam rock -pelo rubio de lejía y uñas con esmalte negro- . En el 1973 llego Berlin, tan sombrío como divertido había sido Transformer, un disco oscuro y deprimente sobre el amor de una pareja de drogadictos en Berlin que no funcionó nada bien en el mercado.

Tras el desastre comercial que supuso Berlin, Reed y su compañía necesitaban un éxito, y lo consiguieron con perspicacia y arte. Rock and Roll Animal es una colección de algunos de los mejores temas que había compuesto Reed hasta el momento -la mayoría de la época con la Velvet-. Gracias a una banda de apoyo en la que destacan los guitarristas Dick Wagner y Steve Hunter la grabación es de una calidad superlativa -sin duda uno de los mejores discos en directo de la historia del rock-, y en él se consigue que unas canciones magras de producción en su versión original alcancen el nivel que se merecen, el de ser algunas de las mejores composiciones jamas interpretadas en un escenario de rock’n’roll.

Tras este disco vendrían casi 40 años de música y arte…. pero esta historia la contaremos en otra ocasión.

En mayo de 2013 a Lou Reed le hicieron un trasplante de hígado, pero la operación no funcionó todo lo bien que se deseaba, y el músico falleció el 27 de octubre de ese mismo año en su casa de Southampton, New York

«Sé que sus canciones, que tratan del dolor y de la belleza del mundo, llenarán a muchas personas con la increíble alegría que él sentía por la vida».
Laurie Anderson

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